Por que la pachorra nos puede (Parte 3)


¡Y llegamos! La verdad que el momento de bajar del autobús fue emocionante, fue un "Oh dios... la que hemos montado... ¡Ya estamos aquí!" y entre saltos y emociones, como buenos turistas de clase media, y buenos conquenses que han visto pocas estaciones en su vida, nada mas pasar las puertas correderas... ¡Fotos, fotos, fotos, fotos a esto, fotos a aquello! ¡Mira esa mierda, es madrileña!¡Pero de verdad!.
Yo, como siempre, tirando de aquel espécimen de locura que venía conmigo. Subimos unas escaleras mecánicas, porque estos madrileños tienen de todo oye. Sinceramente me impresionó la estación, era grandisima para ser de autobuses, pero claro, era de Madrid y yo llegaba de Cuenca. A, claro, otra foto para  el reloj que presidia las escaleras. No me acuerdo muy bien que hicimos, subimos y bajamos las escaleras, hasta que probado subimos con una mujer que a mi me parecía de Europa del este, que estaba tan perdida como nosotros. Creo que fue la Encarni la que se dio cuenta y fuimos hacia el cercanías. 
Oh ¡nuestro primer reto! ¡Una máquina de billetes!. Naturalmente, no estamos acostumbrados a eso. Pero se nos dio bastante bien, cada uno con su billete. Para no empezar mal, le preguntamos a la chica de recepción. ¡Que maja era oye! nos indicó todo. Menos lo que los conquenses no sabemos. Nota mental: El billete del metro no se mete por el orificio de salida. Por suerte no había mucha gente viéndonos. No mucha. La suficiente para reírte nerviosamente y dejar claro que no eres de allí. Bueno, llegamos, salimos a la estación y vemos que quedaban... ¿cuánto? 3 minutos... o 7, no me acuerdo. A todo esto, somos tan listos, y nunca hemos visto unas vías de un tren, que ¡foto!¡foto!. En un momento me giro y veo a la lista de mi acompañante comiendo donetes, y con la boca llena, me pregunta ¿Queghrevhs?, lo cual traduje como un "¿Quieres, amable señor?". O algo parecido. Total, que llega, montamos, y vemos que hay dos pisos. ¿Que hace un turista? va a lo exótico, y para nosotros lo exótico y lo salvajamente de aventuras, es subir al segundo piso. Así que subimos, más fotos, pero esta vez de nosotros mismos. Y del letrero. Nuestro primer viaje oficial en Madrid. Bajamos, y para asegurarnos de que íbamos por el buen camino decimos ¿Esto es para Atocha no? por mucho que lo pusiese en el letrero. Así fue, por lo que bajamos y nos encontramos con la enoooorme estación de atocha. La intuición nos lleva hasta otra maquinitas de estas que no te dejan pasar sin billete. Pasamos, y nos encontramos con la primera incógnita ¿Ande vamos?. A los puestecillos de regalitos, como en Cuenca tampoco hay, pues hay que verlos. Pero fue una vista rápida, donde no vimos nada especial. No sabíamos que hacer, y en vez de usar la lógica que a veces es necesaria, usé demasiado la mente, por lo que no encontré la salida. Hasta que la Encarni usó su lógica y fuimos por un letrero que ponía "Exit". Ole tus huevos. Salimos de atocha, que desde fuera era muy bonita, y nos vemos frente al paisaje madrileño; ¡que edificios!¡que de coches!¡que de gente!¡que de fotos que íbamos a hacer!.
Después de hacer un ratejo majo el mongolo con fotos y demás, miramos su supermegacachihiper mapa y vamos por paseo del prado. En estos momentos soltaria un "Oy que bonitoooooooooo". Me gustó, estaba bien, seguro que en verano estaba mucho mejor. Empezamos a ver colas de gente y más gente, para pasar al museo del prado, donde a cierta acompañante la han prohibido la entrada. ¿Unas 3 veces? algo así me dijo. Vemos Neptuno de fondo, y más puestecillos. A todo esto mirando postales. No estaban mal, pero eran caras.
También vimos el Hotel Ritz, donde un día nos hospedaremos, y otros varios. Subimos una calle, donde estaba el congreso, que me pareció enano. Y se supone que ahí se decide el futuro del país. Viva la listura. Pero bueno, aunque la entrada era gratis decidimos pasar. Seguimos subiendo, haciéndonos fotos, y haciendo fotos en general. Nos dieron un folleto de un hindú pero decidimos pasar. Seguimos calles y calles, hasta que finalmente, un gran árbol se ve al fondo... y ¡llegamos a Sol!.

Continuará...
PD:  Nota mental; en centro de Madrid no hay ningún IKEA. Comprobado.

1 comentarios:

Iticiii dijo...

jajajajjajajjjaa diossssssssss matame carlos!!!!!!! jajajajja
lo que te va a dar de si el viaje jodio
y yo en vez de estar en clase estoy aqui
escribiendote comentarios, oleee!
un mua!

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